El mercado latinoamericano continúa presentando un alto porcentaje de celebraciones de matrimonios. Según el estudio Novias Millenial y Gen Z: El sector de la moda nupcial en 2023, realizado por el profesor José L. Nueno y VBBFW en 2019 por encargo de Valmont Barcelona Bridal Fashion Week, la población joven en edad de casarse, entre los 16 y los 34 años, se concentra en Asia y en Latinoamérica.
También según el estudio mencionado, Latinoamérica presenta un mercado de bodas heterogéneo, con países como México, Colombia o Perú que cuentan con unas previsiones demográficas y económicas positivas. En el caso de Venezuela o Argentina reina la incertidumbre, fruto de sus circunstancias políticas actuales.

Cambios en el panorama social
Aunque se constata que en los próximos años se va a producir una ligera disminución del número de matrimonios, fruto del descenso del ratio de bodas por habitante, el mercado latinoamericano continúa presentando altas tasas de matrimonios. Además, se espera que siga mejorando la renta disponible de las parejas en edad de casarse, por lo que su capacidad de adquirir productos de segmentos medios y medios-altos será mayor.
En México se realizaron un total de 501.298 matrimonios en el año 2018 ¹, en Brasil 1.070.376 en el año 2017 ², en Argentina 11.630 el año 2016 ³, en Panamá 11.112 en 2018, 4 y en Colombia, 56.973 en el año 2017 5 .
Mercados nacionales de producción e importación.
Un factor a tener muy presente es que, a excepción de México, todos los países del continente presentan cifras menores en capacidad de producción de vestidos que en número de enlaces. Así pues, estamos delante de un mercado importador.
A excepción de México, todos los países del continente presentan cifras menores en capacidad de producción de vestidos que en número de enlaces
México se posiciona como el primer productor de la región con 0,6 millones de vestidos, lo que supone el 47,5% del total de Sudamérica. De mantenerse con esta dinámica, en 2023 llegaría a producir 0,8 millones de vestidos. Los dos países que le siguen como productores son Brasil y Colombia.

Aunque la demanda mexicana tenga fácil acceso a una gran oferta interna, este país es un mercado interesante para el productor internacional de ropa nupcial y de fiesta. México es el país con mayor previsión de crecimiento de Latinoamérica, con una tasa anual compuesta de crecimiento o CAGR (Compound Annual Growth Rate) del 6,2%. Además, según el estudio El Mercado de los Vestidos de Ceremonia en México, realizado por el ICEX en 2017, el 12% de la población mexicana posee un poder adquisitivo muy alto y una clase media y media-alta incipiente familiarizada con las prendas de importación. A este consumidor de todo tipo de productos de gama alta es al que se dirige una importante proporción de las importaciones de moda y vestidos de ceremonia.
En cuanto a las ciudades mexicanas con mayor número de ventas, estas se concentran principalmente en Ciudad de México, Monterrey y Guadalajara.
Cabe destacar que la industria nupcial de Panamá y Brasil también han experimentado en los últimos años un crecimiento. En Brasil se estima un crecimiento del 15% tomando como referencia el número de celebraciones, la venta de vestidos y el presupuesto destinado por el consumidor final.
Con la mirada puesta en los diseñadores internacionales
Aunque en el mercado latino existen importantes nombres de diseñadores, tanto buyers como clientes finales no dejan de mirar al extranjero buscando las últimas tendencias. De ahí que las principales tiendas de moda nupcial tengan bien presentes en el calendario las principales ferias profesionales del sector para conocer de primera mano cuáles serán las novedades de la próxima temporada.

En términos generales, las novias en Latinoamérica acuden mayoritariamente a las tiendas multimarca para adquirir su vestido. Por ejemplo, tanto en México como en Colombia o Panamá son la principal opción de compra. Argentina es una excepción, porque allí son los diseñadores, mayoritariamente, quienes tienen su atelier o showroom.
Los flagships también son una opción interesante para las marcas internacionales. Abrir las puertas de una tienda propia en una de las calles más emblemáticas de las ciudades importantes, es una gran oportunidad de negocio.
Los buyers: Latinoamérica compra de manera diferente según el país
En cuanto a México, también se podría valorar la opción de entrar en su mercado nupcial y de celebración a través de los departament stores. Saks Fifth Avenue, con presencia en Polanco y Santa Fe, es un claro ejemplo. Palacio de Hierro, ubicado en el prestigioso barrio de Polanco, en Ciudad de México, es otro department store de gran relevancia, que ofrece en exclusiva vestidos de Rosa Clará.
La inversión de la novia en su vestido
La diferencia de clases en Latinoamérica es evidente, de manera que el presupuesto de cada novia estará determinado por el poder adquisitivo de su familia. Tomando como referencia las bodas de clase alta y media-alta, se puede decir que en Panamá la novia se gasta entre 4.500 y 9.000 € en su vestido. De la misma manera, en Brasil el rango es un poco más amplio, entre 4.000 y 15.000 €, mientras que en Argentina se ve reducido a 1.300 €.

Por lo que respecta a México, es más difícil acotar un rango de precio, ya que las bodas van desde las más sencillas hasta las weddings destination, en las que los novios mexicanos celebran su enlace lejos de su zona de residencia: otra provincia, otro país…
Nuevas opciones de mercado
Más allá de las bodas, en varios países de Sudamérica, existen otros acontecimientos sociales en los que es habitual destinar un importante presupuesto a ropa de corte similar a la nupcial. Por ejemplo, cuando las adolescentes cumplen 15 años se realiza una gran celebración que simboliza la presentación en sociedad de las chicas, donde lucen un vestido similar al de novia, generalmente de colores pastel. También es habitual en colegios exclusivos celebrar actos de graduación con fiestas donde las chicas lucen vestidos de fiestas.
En Panamá, es tradición celebrar el Festival de Debutantes, un evento para el que las jóvenes, que han de haber cumplido los 17 años, visten un vestido de novia al que le cortan la cola. El blanco es el color obligatorio.

Hemos de tener en cuenta también la alta presencia de la comunidad judía en Latinoamérica, sobre todo en Brasil, por lo que a este evento de presentación en sociedad se le suma la celebración del Bat Mitzvah, que se celebra con una gran fiesta cuando las niñas cumplen 12 ó 13 años.
Conclusiones
1. El mercado latinoamericano presenta importantes oportunidades económicas para el sector bridal, siendo un mercado importador.
2. Las novias latinoamericanas prefieren los diseñadores internacionales.
3. En Latinoamérica, la moda ligada a la celebración de las presentaciones en sociedad ofrece opciones de mercado más allá de la boda.
Fuentes de información: Vicky Lujan, Bridal Expert, Bridal Fashion Journalist & Stylist and Romance Travel Specialist; Sary Chaki, propietaria de Sary Chaki Event Planning en Colombia; Guadalupe Pérez, propietaria de Gaudí Novias en Panamá; Roberto Cohen fundador de Roberto Cohen Ceremonial en Brasil; Cynthia Grajales, Fashion Stylist, consultora de imagen y propietaria de Bridetique, en México; Iván Meza, Vicepresidente de la Agencia de Marketing y Ventas Group 868 en NY y Verónica Barzi, propietaria de la revista Fiancée Argentina online..*
Fuentes
1. Mexican National Institute of Statistics and Geography
2. Brazilian Institute of Geography and Statistics.
3.National Institute of Statistics and Censuses.
4. Panama National Institute of Statistics and Censuses
5. eltiempo.com.